Sólo coincidencias: a raíz de la salida de Leguizamón

Mario Leguizamón ya no pertenece al club San Martín. Cuando se fue su equipo estaba invicto en el campeonato local. No ha jugado los dos últimos partidos. Su ex equipo, la San Martín, ya no está invicto. Su ex-equipo ha perdido los dos últimos partidos.

¿Coicidencia o tanto pesa un jugador?



La verdad es que más allá de que la forma como salió este jugador puede haber afectado el ánimo del grupo (más que argumentar sobre su ausencia como factor determinante), lo cierto es que se ha tratado de dos partidos de visita ante rivales que tienen equipos buenos para nuestro campeonato mediocre (en palabras de Leguizamón y de muchos que lo observamos semana tras semana, por lo menos unos minutos hasta donde la paciencia aguante). Que no se alegre mucho Leguizamón y que vaya pensando a dónde se va a jugar: ¿bolivia? ¿venezuela?



Por otro lado, Silvia Reyes, árbitro de la discordia, ha dado unas declaraciones que son para el análisis: "me siento más capacitada que un hombre para dirigir partidos de hombres", "a veces en los partidos hay algunos jugadores que me miran raro o se acercan, intentan chocarse a propósito". ¿Puede arbitrar bien fijándose en esos detalles que de seguro no pasan por la mente de un hombre ni pasarían por la suya en un partido de fútbol femenino? Dato final: cómo le gusta la cámara a esta árbitro.

Ver nuestro anterior post sobre el mismo tema



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